La vida está constituida por sensaciones y experiencias que no siempre se sabe definir. Una de ellas tiene relación con esos espacios físicos que, en un momento determinado, se van conformando y convirtiendo en nuestro hogar.
Debemos tener claro que es lo que realmente vuelve a una casa, nuestro dulce hogar, no son los lujos, ni las remodelaciones o decoraciones que se puedan realizar. Principalmente, una casa se vuelve un verdadero hogar por la sensación o inspiración que te brinde desde el primer momento que entras en él y de verdad te sientes bien.
Existe un proceso de conexiones emocionales en donde vamos viendo si de verdad puede ser nuestra casa o no, y hay variedad de estudios que la psicología ambiental viene estudiando desde hace décadas.
La casa es ese lugar donde ansiamos tener protección y libertad al mismo tiempo, es ese refugio de hormigón donde nos protegemos del exterior para sentirnos libres y ser nosotros mismos con plenitud y sin máscara.”
Por otra parte, te daremos una serie de elementos que debes tomar en cuenta para convertir tu casa en tu lugar feliz:
- ¿Cómo te visualizas en ese lugar llamado “hogar”? Según la psicóloga Hazel Markus que desarrolló la teoría de los “YO” y comenta “que cuando estamos viendo una propiedad, ya sea para comprar o alquilar y de la nada nos llama la atención, es porque nos hemos proyectado en ese espacio, nos visualizamos descansando, trabajando, y compartiendo con nuestros seres queridos”. El hogar es ese lugar donde nos desarrollamos como personas en todas las versiones.
- El hogar es nuestro espacio, pero no lo será completamente hasta que le demos ese toque único con cada detalle personal como fotografías, cuadros, entre otros objetos; creando ese ambiente de apego, seguridad, comodidad, dejando un sello personal que definirá y reflejará como estamos en todos los sentidos.
- La casa debe adaptarse a las necesidades básicas y de autorrealización, es un escenario donde podemos ser, estar y crecer.
- Es un espacio que te recuerda otros lugares donde tuviste felicidad, puede haber muchos factores, ya sea el color de las paredes, la vista desde cada ventana o hasta el olor que respiras en el ambiente que la rodea. Es impresionante, pero hay lugares que nos hacen recordar otros, por ejemplo donde vivió algún familiar, de la misma infancia o a donde fuimos de vacaciones.
- Nuestro dulce hogar o lugar feliz lo define quien vive en él, una casa es como una entidad con vida propia, nosotros mismos le damos ese toque distintivo que la hace nuestra, brindándole cuidado, cariño, llenando cada espacio con cada pertenencia y el sonido de la vida diaria.
Realmente para sentirnos felices y plenos en nuestro espacio, lo más importante es estar con las personas que queremos, la familia, amigos y las mascotas con ellas vamos desarrollando la parte emocional que la vuelve nuestro hogar. No importa donde estés, mientras seas feliz y te rodees de personas que traigan a tu vida alegría, cualquier lugar es el ideal.